Hace poco se reveló un audio en que un proveedor del Tren Maya, asociado con Gonzalo “Bobby”, el hijo del presidente, declaró en una llamada que “el material no es el adecuado, pero ya que se descarrile el tren maya, será otro pedo”. Pues ya ocurrió: afortunadamente, se salió de las vías en un intercambio de ruta, a baja velocidad y en un único vagón. Así que no se volcó, no hubo muertos, solo se cayeron las teles y, al estar en una estación, se pudo bajar a todos los pasajeros y se les puso en otro transporte para seguir su viaje de Campeche a Cancún. Según Perujo en El Economista, ya se dio la primera caída del “víacruz” del Tren Maya. Faltan dos más antes de que ocurran muertes violentas, según la tradición de estos días.