En más de una ocasión, el presidente López Obrador se ha declarado simpatizante (que no necesariamente seguidor) de Jesús de Nazareth, y alega que al maestro lo persiguieron por actuar igual que él, poniendo “primero los pobres” y atacando a los ricos. Esa lectura es errónea: amaba a todos por igual, y él sí despreciaba la mentira, el robo y la simulación. Por eso Magú en la Jornada dice que, de estar vivo hoy, hasta los simpatizantes de la 4T dirían que Jesús es crítico de YSQ.