
Que el 30 de enero, Pedro Salmerón envió una carta al presidente diciendo que «declinaba la invitación para ser embajador en Panamá». Pero trascendió que el 25 de enero -mismo día en que se planteó la posibilidad- Panamá anticipó que no era aceptable. Y es que, si bien no hay acusaciones formales ante el M.P., el hecho de que si haya denuncias al interior del ITAM y del propio Morena -que no avanzaron por evitar conflictos con una persona bien vista en Palacio Nacional- no le quitan responsabilidad moral y hasta legal al historiador. Para añadir «insulto a injuria» como dice el refrán inglés, postulamos a Jesusa Rodríguez, a quien el expresidente pañameno Pastrana ya anticipó que tampoco aceptarán, afirmando «México nos necesita más a nosotros que nosotros a México». Y puede tener razón. No se entiende por qué usar la diplomacia como un basurero para fieles seguidores en vez de el espacio natural de diplomáticos de carrera. Nerilicón en El Economista.