Pues este uno de diciembre tendremos dos informes: Uno, en que el presidente dirá, triunfalmente, que tiene logros -que sin duda los tiene: los más notables, el aumento al salario mínimo sin que se dispare la inflación, cobrarle casi 85 mil millones de pesos de impuestos a los que solían no pagar, incluyendo grandes contribuyentes como Slim o ALSEA, y reducir el gasto superfluo del gobierno-. No nos dirá de sus grandes fracasos -como arruinar programas como PROGRESA para sustituirlos por otros que no sirven, la caída de la economía incluso antes de la pandemia, el aumento de la inseguridad y las muertes violentas que alcanzan casi 80,000 o que la corrupción inicia en su propia familia y ha aumentado a niveles de escándalo-. Por otro lado, el COVID que, a nivel mundial en este año desde el primer caso ha aumulado más de 63 millones de enfermos y casi 1.5 millones de muertes, de las cuales México ha aportado -oficialmente- 103 mil difuntos y 1.1 millones de enfermos, aunque se cree que puede ser tres veces más grande, y que seguirá creciendo sin medida por… el primer informante, sus errores y necedades. Y si bien muchos de los malos resultados del gobierno se deben a la pandemia global, también ésta les ha caído «como anillo al dedo» para esconder sus propios errores e ineficiencias. Hernández en La Jornada.