
Donald Trump inició su campaña por la reelección en 2024 el sábado pasado, con dos mítines en estados en los que habrá elecciones primarias. Y empezó, como no, burlándose de México. Comentó que AMLO es su amigo, “aunque sea un ignorante comunista”, y recordó que cuando era presidente de EE. UU. presionó a México para que aceptara el polémico programa Quédate en México, que obligaba a migrantes y refugiados a permanecer en ese país mientras se resolvían sus peticiones de asilo. Además, otro de los precandidatos republicanos, Gregg Abott, gobernador de Texas, dijo que pondría tanques en la frontera para impedir la migración ilegal. ¿La respuesta del presidente? Dijo que “no quemará la pólvora en infiernitos” y que no se gana nada respondiendo a “escaramuzas verbales” que solo obedecen a campañas políticas. Y luego dedico senda pólvora a quejarse de Lorenzo Córdoba y figuras prominentes —entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas— que pidieron no aprobar el Plan B de la reforma electoral y que se respete al INE… Porque esos sí son “enemigos del país y del proyecto”. Hay niveles. No vamos a gastar la pólvora en infiernitos cuándo la necesitamos para la guerra interna. Chavo del Toro en El Economista.