Mujer contra mujer

Mujer contra mujer - Chavo del Toro
Mujer contra mujer – Chavo del Toro

Vaya fin de semana… Es claro que Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, es odiada en la 4T: Le ganó a Dolores Padierna; viene del equipo de Ricardo Monreal, humilló a Claudia Sheinbaum y es muy mediática, no siempre por las mejores razones. La han tratado de destituir dos veces ya, y las dos no procedió por la incorrecta integración del expediente. Pues este fin de semana “encontraron” en la Alcaldía unos tristes volantes de campaña negra contra Sheinbaum, quesque por una llamada anónima. Lo curioso es que, a pesar de ser viernes y de ser una acusación intrascendente, ni dos horas después, a las 10 p.m., se presentó el contralor capitalino, Juan José Serrano, con 150 policías para “asegurar el material” y detener a la alcaldesa por “desvío de recursos” y “delitos electorales”. Pero lo que hubiera acabado con un par de miles de volantes en la basura tras ser visto por unos cuantos habitantes de la alcaldía, se volvió un escándalo mayúsculo: de un lado, la publicidad negativa se volvió tendencia en Twitter, con millones de personas viendo esa “publicidad negativa” que querían evitar. Luego, se supo que el contralor era el abogado de los papás de los niños muertos en el Colegio Rébasmen, y que renunció al caso para volverse funcionario al servicio de la demandada jefa de gobierno, lo que no era públicamente notorio aún. Corrupción e impunidad, pues. Además, corrieron versiones que la oficina dónde estaban los folletos era un área privada para uso exclusivo de la Contraloría, en la que los funcionarios de la alcaldía no tenían acceso. Así que la versión de que todo fue sembrado como campaña negra tomaba fuerza. Para colmo, sacaron los folletos sin un notario y sin un ministerio público, por lo que ya no son prueba válida. ¿Cuántos eran, dónde estaban? Legalmente, ya no se sabe. Y bueno, no se puede comprobar que se usó dinero de la alcaldía a priori, o que incluso la alcaldesa supiera de eso. Adiós debido proceso, incluso si es culpable. Pero, además, del otro lado, la alcaldesa llegó a enfrentarse al cerco policíaco, y allí dijo que “le iban a romper la madre a Claudia Sheinbaum” y dijo que “el presidente es un ignorante. Yo soy doctorante en derecho, tengo dos maestrías y he estudiado en diez países”, lo que se probó después que tampoco es totalmente cierto: solo consta una de las maestrías, y la escuela en que estudió no tiene reconocimiento de validez oficial de estudios de postgrado. Total, una guerra de lodo que solo daña la imagen de ambas funcionarias y que será, nuevamente, mero chisme y escándalo, nada de fondo o determinante para la siguiente elección. Pero ¡de que la odian y no piensan, queda claro! Y de que Cuevas dista de ser una estadista, ¡también ya está claro!. Chavo del Toro en El Economista, recordando la rola de Mecano.

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