Aunque a los simpatizantes de la 4T les da por decir “con los niños, no” cada que alguien agrede al “Chocoflán”, o incluso atacaron a una diputada panista por llevar su bebé a la sesión de la Cámara en que se aprobó el presupuesto de egresos, el presidente “tiene otros datos”. En vez de quedarse en la capital monitoreando la concentración opositora más importante del año, López Obrador se fue a su rancho en Chiapas a festejar su cumpleaños; Claudia Sheinbaum se fue a Veracruz a dar una “conferencia magistral” y dejaron a Martí Batres a cargo de la ciudad —y del monitoreo de la marcha, en que, según él, “participaron diez mil personas”—. Pero el promotor de “con los niños no” subió a sus redes una foto con sus nietos, con la frase “ya empezaron a llegar mis acarreados para mi festejo de cumpleaños”. Si eso de la congruencia no se les da. Y fueron, según estimaciones independientes, entre 150,000 y 200,000 los manifestantes en su contra ayer. Pero ya se sabe que él nada más se preocupa por su familia y le molesta que le lleven la contraria. Chavo del Toro en El Economista.