Pues ya van ocho años y seguimos dándole vueltas al tema. Que si los mató el Ejército; que si los confundieron con narcos; que si el manto corruptor federal encubrió a una autoridad local por miedo a que se complicara todo… O que si la omisión del Estado Mexicano fue no impedirlo. Vaya Usted a saber. Porque ahora resulta que lo que teje SEGOB lo desteje la FGR, y agarrar a un general de 44 años de servicio por un rumor de un narquillo menor y responsable de las muertes de los 43 de Ayotzinapa son los únicos avances reales de un gobierno que, como opositor, lucró con la tragedia. Pero ahora que está a cargo insiste en lograr enredar más las cosas y caminar en círculos. O en «8s». Rictus en El Financiero.