
Hoy se puso antropológico el cartón de Paco Calderón, recordando lo que sucedió con algunas tribus poco conocidas durante la Segunda Guerra Mundial en los mares del Pacífico sur. Y, por supuesto, nos recordó la «inauguración» de la «primera etapa constructiva de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, que de las 17 plantas no tiene ni cuatro terminadas, o el Aeropuerto Felipe Ángeles, que tiene ya techos rotos y palmeras muertas. Ambas obras serán más caras que productivas, pero a la vez serán un verdadero símbolo de lo que implicó la «cuarta transformación» del país: nada útil, solo símbolos. Al menos «él si dejó algo, no como los gobiernos neoliberales», dirán sus afines. Click sobre la imagen para agrandar.