
Vaya fin de semana en la CDMX. De un lado la termoeléctrica de Tula, con su alto consumo de combustóleo causó otra contingencia ambiental. Se «tronó» la línea A del metro casi cuatro horas. Tres muertos en la colonia Roma… ¿Y la jefa de gobierno? Haciendo campaña en Oaxaca, claro, alegando que era fin de semana. Y está bien: no es ingeniero para reparar el metro, ni policía para evitar matanzas ni diosa del viento para dispersar contaminantes. Pero… De menos debería estar al pendiente, ¿no? Por eso se ve no solo difícil que gane la elección presidencial: se ve difícil, incluso, que mantenga la CDMX para Morena. Aunque todo puede suceder. Nerilicón en El Economista.