
Desafortunada la declaración del presidente López Obrador en la mañanera: que hay menos muertos en enfrentamientos entre el Ejército y/o la Guardia Nacional con la delincuencia organizada, porque su gobierno también los cuida ya que «también los delincuentes son seres humanos». Entendemos el punto: hay que resguardar sus derechos humanos y nadie pide un «mátenlos en caliente». Pero si alguien dispara contra un soldado o guardia nacional, debe poder recibir el ataque de vuelta. El riesgo de defender la moralidad del presidente quien no quiere cargar una muerte en su conciencia, a pesar de que la figura cabeza del estado debe tener otro tipo de valoración moral, nos puede llevar a que la siguiente generación quiera ser más violenta, agresiva e inmoral que ésta… lo que ya es mucho decir. Alarcón en El Heraldo.