Tras la derrota de su reforma constitucional en materia eléctrica, al presidente le urgía un triunfo. Así que presentó una iniciativa de reforma a la Ley Minera para «nacionalizar» el litio, que ya era de la nación desde 1917. Y, aunque ya se demostró que la exposición de motivos es un plagio letra por letra y palabra por palabra de un artículo de un investigador de la UNAM, pasó sin problemas en la Cámara de Diputados. ¡Ya es nuestro lo que ya era nuestro…! Pero, como otros logros -tales como el Aeropuerto Felipe Ángeles y la revocación de mandato- son más logros publicitarios que de fondo. Garcí en El Financiero.