
La diputada Rocío Alexis Gamiño votó en contra de la reforma energética, diciendo que le preocupaban los efectos ambientales de la misma. Y como ella era activista ambiental antes de ser propuesta como diputada por el Partido Verde, buscó ser congruente con sus posiciones previas. ¿La conclusión? La expulsaron de la bancada por «traicionar nuestros principios». Y es que eso de votar por la ecología en vez de por el verde dólar y por la sumisión ante el presidente es un peligroso antecedente ¿no? Vaya a cundir el mal ejemplo y se dañe la disciplina partidaria que tan bien se vende. Nerilicón en El Economista.