
Durante la conferencia mañanera de ayer, el presidente criticó la reunión entre Gustavo de Hoyos y Claudio X. González para hacer un llamado a quitarle el gobierno en 2024. Señaló que en el periodo neoliberal se afectaron generaciones en universidades públicas y que hasta la UNAM se volvió individualista y defensora de proyectos neoliberales; afirmó que perdió su esencia de formación de profesionales para servir al pueblo, «ya no hay economistas, sociólogos politólogos y abogados como antes», remató. Y si bien puede haber algunos en esa posición, es preocupante que descalifique de un plumazo a los más de 41,000 profesores y 395,000 estudiantes que hacen un esfuerzo por formarse en la máxima casa de estudios. Si lo que busca son personas al servicio desinteresado y altruista por los demás, debería buscarlas en los monasterios o en las organizaciones de la sociedad civil, esas a las que afectará con su decisión de quitarles la deducibilidad de impuestos, por ejemplo. O si le molesta que entre la comunidad universitaria estén creciendo las críticas contra su gobierno, tal vez debería de ver que el apoyo a la ciencia dura y madura se redujo, que quitó fideicomisos que permitían el desarrollo científico y que hasta la persecución al Foro Consultivo Científico y Tecnológico del CONACYT tanto por María Elena Álvarez-Bulla como por Alejandro Gertz Manero por venganzas personales no ayuda a mejorar la percepción de una comunidad que lo apoyó hasta ver que… Era lo opuesto a lo que esperaban. ¿O será que prefiere a los gatos, críticos y serviles, que a los Pumas de la UNAM, inteligentes y combativos…? Alarcón en El Heraldo.