
Durante la discusión de la Ley de Ingresos, casi cinco horas del debate que ocupó demasiado tiempo (cerró a las 6 a.m. de hoy, cuándo empezó a medio día de ayer) fue sobre la propuesta que elimina la deducibilidad de los donativos a asociaciones filantrópicas. Tal parece que al gobierno de López Obrador le molesta tener competencia: en generación eléctrica, en petróleo, en agua y ahora hasta en filantropía. Y se entiende: darle dinero a una organización de la sociedad civil llega más transparente, con menos gasto y más efectivamente… Y no se traduce en votos. O sea, todo mal (si se ve desde la perspectiva del gobierno). Y como dijo el presidente: «Dar dinero para filantropía no es labor de las empresas. Y menos si es para no pagar impuestos». Así que ya se sabe: nada de donativos. Y como se requiere mayoría simple, no hay manera de que la medida no salga. Magú en La Jornada.