Pues si… La toma de una fotografía de Emilio Lozoya en el Hunan de Polanco le va a salir muy cara al gobierno federal. Porque, primero, el testimonio de Emilio «N» no ha sido suficiente para lograr lo que pretendía el presidente: Hundir a Calderón y a sus enemigos políticos. Segunda, porque «aunque no sea ilegal, es inmoral» y pega debajo de la línea de flotación del mensaje de que se combate la corrupción y de que «no somos iguales». Y tercera, y más importante, llega durante el momento en que se discute la Reforma Eléctrica y el debate está girando hacia «¿Estatismo fallido o mercado avorazado?», pero en dónde la opción de fortalecer a CFE se está debilitando a pasos agigantados. Y, por supuesto, al PRInosaurio: ya dijo que no va -como partido-, pero con que individualmente haya 15 que la voten a favor, basta. Y en el entorno de Alito Moreno están listos para hacerlo, parece. Horax en Milenio.