Ayer la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se negó a aprobar un periodo extraordinario para sacar la Ley Reglamentaria de la Revocación de Mandato en los tiempos y plazos que pidió el presidente López Obrador. Una de las principales diferencias es que en lugar de preguntar si queremos que se vaya, preguntarán si queremos que se quede. El riesgo es que venda eso como un gran apoyo en vez de como una medición de desconfianza, o que impulse la idea de pedir que se quede tres años después, alargando su sexenio. Bueno, por lo pronto, se tendrá que esperar al periodo que arranca en septiembre… y dejará que el INE fije los criterios de la consulta, ya que no está regulada y el plazo para plantearla se vence el 29 de agosto. ¡Pobre presidente, tendrá que trabajar seis años en vez de cuatro, y todo porque sus operadores políticos se cerraron a hablar con la oposición! Eso les pasa por soberbios y por ser obvios al seguir órdenes. Magú en La Jornada.