Carlos Slim, el hombre más rico de México y dueño de una de las compañías que construyó el tramo elevado de la línea 12 del metro que se derrumbó se reunió nuevamente con el presidente López Obrador, y acordó pagar toda la reparación de su bolsillo. El titular del ejecutivo ponderó su solidaridad al ofrecerse a cubrir los gastos «antes de que se le exigiera, voluntariamente y en un afán de beneficiar a la sociedad». Dijo que era un ejemplo a seguir, y que espera que más personas sean así de honestas. En entrevista, el ingeniero Slim comentó que pagará, pero que la obra está bien hecha y carece de vicios ocultos, así que, aunque cubrirá los gastos, se niega a reconocer errores y, mucho menos, transas. De nada le valió que los peritajes de la empresa DCV hayan encontrado que había tramos en que los pernos estaban mal soldados, que había 4 en lugar de 12 y que incluso algunos estaban puestos con todo y su capuchón de seguridad… Así que las virtudes públicas y los vicios privados acompañan al polémico ingeniero. Al menos, abrirá la cartera y ya lo felicitaron en público. ¿Y los demás responsables, apá…? Perujo en El Economista.