Y sí: el cartón de Paco Calderón nos llevó a épocas pasadas: cuándo el país era más católico, tradicionalista y menos… incongruente y disputado. Y sí: entre las promesas rotas de la 4T está lo mismo apoyar a los migrantes y, al menos, darles el trato humano que los nuestros no tienen en EE. UU. y tener personas integras y congruentes. Pero el hecho de que ni la CNDH ni el Padre Solalinde hayan salido a condenar la muerte de migrantes encerrados en una instalación migratoria en Ciudad Juárez mientras se incendiaba, sino que hayan salido a justificar al gobierno, se ven mal. Señalar que el gobierno es “víctima de campañas de ataque”, que las fallas son heredadas de gobiernos anteriores y que las políticas adoptadas para darle gusto a Trump no son las responsables del incendio. Llegan hasta el extremo de aceptar cargos ilegales (un cura no puede tener un cargo en el gobierno, a menos que deje los hábitos) son muestra de que les importa más estar de queda bien que hacer el bien en temas en que han trabajado muchos años. Pero así es la triste realidad humana. Y nuestras tradiciones se van abandonando… incluyendo las que no deberían dejarse, como ser humano y criticar la injusticia. Pero no quieren pelearse con la corcholata responsable legalmente del Instituto Nacional de Migración ni con el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, no vaya a ser que ganen la encuesta de MORENA ¿Y luego’? Mejor silencio y complicidad. Clic sobre la imagen para agrandar.