
Que porque está lejos. Dizque se pasa de austero. Que no tiene buenas vías de acceso (lo que es cierto). Faltan cosas como hoteles, tiendas, tren suburbano y alternativas de transporte. Motivos hay muchos, pero el AIFA sigue representando menos del 1% del tráfico aeroportuario del centro del país. ¿La alternativa del presidente? Forzar a que, en menos de 90 días, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez deje de recibir vuelos de carga. Las principales aerolíneas que operan el segmento ya le dijeron que se requiere al menos un año para estar listos, y que se resuelvan pendientes como conectividad y seguridad. Pero ya les dijeron que no, que es a fuerzas y que tres meses es mucho tiempo. Por supuesto, hay amenaza de sanciones (tabla) si no lo hacen. La réplica es que pedirán en un panel en el T-MEC que no se les obligue a eso. A ver en qué acaba el diferendo. Pero nuestro pronóstico es que seguirá siendo un elefante blanco. O un mamut aterrizado, como prefieran verlo. Alarcón en El Heraldo.