Pues sí. Daniel Tabe, padre del expresidente del PAN en la capital y actual alcalde en Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, la regó feamente ayer. Acaba de inaugurar una nueva sucursal de sus restaurantes de tacos árabes, Don Eraki. El tema es que lo hizo en la alcaldía en que gobierna su hijo. Violando la norma -le faltan varios documentos-. Y el Instituto de Verificación Administrativa, el INVEA, que depende del gobierno central y no del gobierno de alcaldía, llegó a clausurarlo. PERO… don Daniel tuvo a bien amenazarlo de muerte con uno de los cuchillos carniceros de los taqueros, decir que era una persecución política y que no lo iba a dejar ir vivo. Y aunque parte de eso sea cierto, la verdad es que no contaba con que se estaba grabando, que se viralizó como #LordCuchillo y que su momento de ira se volvió en pesada loza para la carrera política de su hijo. Y, aunque pidió una disculpa, se hundió más: reconoció que sí, que amenazó de muerte al inspector y que se arrepiente mucho «por el daño a un negocio de 30 años». No solo fue un error: fue un delito. Y defenderlo «porque es panista» y «es buen hombre» no basta. Ni modo, ahora el PAN tendrá que reconocer si fue un hecho aislado o si lo incorporará a su ideología. Y con ese tipo de oposición, el partido en el poder la tiene mucho más fácil. Hernández en La Jornada.