
Dice el refrán político «lo que no suena lógico, suena metálico». Y es el caso con las loas que el general secretario de la SEDENA, Luis Crescencio Sandoval, cantó al la Cuarta Transformación el pasado Aniversario de la Revolución Mexicana. ¡Y cómo no! Si en lugar de ir a pelear y morir contra el narcotráfico, les están dando negociazos: la construcción y administración del Aeropuerto de Santa Lucía y del Tren Maya; sucursales del Banco del Bienestar, los cuarteles de la Guardia Nacional y hasta el reparto de gasolinas en carros tanques. «¿Quién aguanta un cañonazo de 50,000 pesos?» dijo Álvaro Obregón, y ya se vió que, si bien la cifra aumentó, no se aguanta tampoco ahora. Magnífico cartón de Rocha en La Jornada. (Y recuerden: «Crescendo» es, en lenguaje musical, «que se va subiendo el volumen gradualmente». Primera vez en mucho tiempo que el titular de SEDENA apoya un proyecto político, el de «la transformación que está en marcha» y no al Presidente y su gobierno).