
¿Se acuerdan cuándo el 20 de noviembre era el Aniversario de la Revolución Mexicana y se hacía un desfile deportivo -con un par de figuras profesionales y todos los burócratas disfrazados de deportistas para demostrar que el régimen revolucionario había logrado el bienestar del pueblo? Pues eso se acabó. La duda ahora es si es el día del ejército, el día de la lealtad, otro día del presidente o simplemente el pretexto para el Buen Fin. Pero en el discurso oficial, el Secretario de la Defensa pidió a toda la población «sumarse a la cuarta transformación que está en marcha» y el desfile fue de soldados disfrazados de revolucionarios, ante el balcón con el presidente -porque, como no se anunció, casi no hubo personas en las calles viéndolo-. Así pasa cuando sucede. Por eso la duda que plantea Perujo en El Economista. Y para nuestros lectores jóvenes o extranjeros, el presidente Carranza, quien gobernó durante el periodo revolucionario y emitió la Constitución de 1917, tenía fama de robar (y permitir robar) ampliamente, al grado que se creó el adjetivo «carrancear» para hablar de robos reales o simbólicos… como la efeméride de la Revolución, que ahora fue otro día del ejército, otra marcha de la lealtad o día del presidente.