
En tiempos PRIhistóricos, el presidente iba dos veces al año al Congreso de la Unión: a dejar su informe anual de actividades, y a la entrega de la medalla Belisario Domínguez. Luego, el desorden de la oposición lo redujo a uno: la entrega de la máxima presea del Senado. Pues este año no irá el presidente: ante la declaración de la senadora panista (pero que ganó su escaño por MORENA) y aspirante presidencial Lily Téllez de que le plantearía en persona algunas violaciones a la constitución que ha cometido… el presidente dijo que lamentaba no acompañar a su amiga Ifigenia Martínez a recibir la medalla porque «debe cuidar la investidura». El señor que la arrastra al servicio del narco, del ego y de los dictadores latinoamericanos… le teme a UNA senadora. No, pues que pequeño nos salió el presidente. ¿Y ese es un gran líder? Alarcón en El Heraldo.
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