
¡Vaya dilema tiene el PRI! ¡Es digno de una tragedia de esas de un tal Shakespeare! Se presentó una reforma eléctrica que requiere un cambio constitucional; pero para que transite en la Cámara de Diputados se requieren todos los votos de MORENA, PT y Verde… más al menos 50 votos de priístas. Y aunque muchos ya dijeron que no van, porque es una reforma que fomenta un monopolio ineficiente y contaminante, otros ya dijeron que no pueden dejarla de apoyar… porque pueden investigar sus delitos, fallas y errores, en particular de su tiempo como gobernadores. O eso parece, porque el actual diputado y presidente nacional del partido, Alito Moreno, ex gobernador de Campeche y diputado que votó y apoyó la reforma de Peña Nieto que se pretende eliminar dijo que «es prudente consultar a los expertos» y llamó a su partido a «evaluar la propuesta por el bien de México»… y por salvarse de las investigaciones que se le pueden fincar por sus malos manejos. ¿Traicionarán sus principios -y su alianza con la oposición- o principiará sus traiciones… como lo propone Hernández en La Jornada?