Pues la visita de Salvador Abascal a la fracción panista en el Senado, con la intención de lograr su apoyo para la «Carta de Madrid» para combatir «el comunismo en la Iberósfera» logró un par de resultados desconcertantes: fraccionar al PAN, generar una fuerte corriente de antipatía contra el partido en todo el país -en particular en contra de la izquierda- y que se despidiera a Christian Camacho, el coordinador de redes sociales del grupo del PAN en el Senado y quien invitó al polémico político español. Así que… por lo menos su esfuerzo de demolición de lo indeseable está ocurriendo: sacó a la corriente extremista del PAN del partido. A ver qué otros efectos logra en el largo plazo. No de balde el presidente López Obrador declaró que «Vox puede venir cuando quiera. Así pone en evidencia a los fachos conservadores». Hernández en La Jornada.