
Pues vaya que el pueblo tiene ira… Y Alarcón en El Heraldo nos sugiere que es porque a los más grandes problemas no les dan soluciones reales, sino que les presentan distractores: al desabasto de medicina respondieron enseñando que ya las compraron, no que ya hay; a los gastos desmedidos, la rifa del avión presidencial, algo simbólico pero sin impacto presupuestal; a la falta de resultados, las fake news en redes sociales y contra la corrupción actual, agarrar de piñata a los expresidentes… Así no se puede tener más que «ira» (en vez de «mira»), antes de que nos digan «iste» (en vez de viste). Pero… eso solo logra que acabemos enojados, con ira.