Pues ya se sabe: Claudia Sheinbaum parece la favorita de López Obrador para sucederlo en la presidencia; pero del otro lado, tiene tantos pendientes que «sin misterios», se ve cuesta arriba que lo logre. (Las estaciones «Misterios» y «La Raza» del metro se ha inundado recientemente; por eso Garcí en El Financiero pone una trajinera en la línea amarilla). Pero que no se le olvide: para poder aspirar al siguiente nivel, tiene que resolver bien aquel en el que está. Y eso implica resolver los problemas. Ahora, que jefes de gobierno que han sido presidentes solo hay dos de la revolución para acá: Álvaro Obregón y López Obrador. Pero ninguno lo ha sido de manera consecutiva. Así que está complicando vender la resistencia nacional contra los Chilangos y sus abusos, y más cuándo se perdió la mitad de la ciudad ante la oposición y hay mucha clase media desencantada con Morena en la capital… Veamos qué pasa.