¡Vaya cosa! En lugar de aplicar la Constitución a rajatabla, o de aclarar que sabe que el alargamiento de su periodo como Presidente de la Corte por dos años que legisló la Cámara de Senadores es ilegal, el ministro presidente Arturo Zaldívar realizó una consulta a sus pares -en un procedimiento legal pero poco usado- primero, para saber si él puede votar o no en un caso que evidentemente le favorece; y luego, para ver si aceptan la ley así nomás o si tienen que entrar a votarla. ¡Vaya dilema! Ahora si que hay que ver si se vuelven la Suprema Corte de Derecho -como los etiquetó el presidente López Obrador- o si preferirán aplicar la Cartilla Moral por sobre la Constitución. Porque está claro que el objetivo es, como en el caso de Bonilla -que Magú en la Jornada pone como un cartel al fondo- ver si es posible alargar el periodo presidencial. El argumento de AMLO es que sólo Zaldívar puede presidir un cambio moral en la Suprema Corte… Lo que es una paradoja: si él se queda violando la Constitución por acatar una ley secundaria, será ilegal e inmoral. Al final, serán la Suprema Corte y Confección. ¡Vaya cosa, insistimos…!