
Dice el refrán «Dios los hace… y ellos se juntan». La oposición se ve ridícula cuándo festejan que, según la encuesta, Morena y sus aliados no van a lograr la mayoría calificada (2/3 + 1 voto) en la Cámara de Diputados, aunque sin problema tengan la mayoría simple (1/2 +1 voto). O cuándo festinan que el partido «oficial» va a perder Nuevo León o Campeche, gracias a que pusieron pésimas candidatas, aunque allí vaya a ganar Movimiento Ciudadano. O que pasarán de 2 a 6 alcaldías en CDMX, cuándo son 16 en total. Es decir, festejan como grandes logros seguir siendo la primer minoría… pero si los tomas a todos juntos. Por si solos, hasta el PRD perdería el registro y el PRI podría quedar empatado con el PT. Así que ni les crean que son una amenaza real. O, como dice Hernández en La Jornada «¡¡¡Ay, nanita… ahí viene. el lobo feroz a matarnos…!!» de risa. Porque de los tres (Alito Moreno del PRI, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD) no se hace un lobo feroz de verdad.