Que al final la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos degradó a México a categoría 2 en materia de seguridad aeronáutica. Eso implica que México no puede ampliar la flota ni las rutas que usa hacia ese país, ni utilizar códigos compartidos con aerolíneas americanas. O sea, que ningún vuelo de Santa Lucía puede llegar a Estados Unidos mientras no se corrija esa situación, con lo que el nuevo aeropuerto será para vuelos nacionales… si acaso. Pero bueno, es un logro más de la actual administración: arruinar hasta sus proyectos estrella, por la austeridad y la incapacidad. Y si bien hace 10 años nos pasó algo similar, en esa ocasión tomó cuatro meses recuperar la certificación. ¡Corre tiempo, que al fin el aeropuerto no está listo ni lo estará pronto! Lo que si, la noticia tiró las acciones de aerolíneas y aeropuertos nacionales 5% en la Bolsa Mexicana de Valores ayer y se estima que tirará 3% el PIB turístico al tiempo que alentará la recuperación en el sector.. O sea, destruyendo riqueza donde si la había, con tal de ahorrar dinero. Austericidio, le dicen. Nerilicón en El Economista.