Fideicomiso – Calderón

Pues sí: la polémica decisión de acabar con los fideicomisos -entre ellos los que apoyaban artistas, deportistas, cineastas, restauradores, escritores, exportadores, creadores de empresas o conservación de fauna, además de la atención a desastres, es terrible. No dudamos que hayan habido casos de malos manejos y de problemas severos. Pero esos deberían atenderse y perseguirse caso por caso, no desapareciendo todos. Y menos para dárselos al Ejército para el aeropuerto de Santa Lucía o el Tren Maya, proyectos con rentabilidad social negativa y con pocas probabilidades de éxito, además de ilegales -tanto por la falta de requisitos como por ser responsabilidad del Ejército, que carece de facultades para hacer esas obras-. Pero, por si fuera poco, la detención del General Cienfuegos, titular de la SEDENA en el gobierno anterior, pone una luz de corrupción hasta en el Ejército. Y por cierto, el Cartón de Paco Calderón va dedicado a «Chucho»: Jesús Ramírez, responsable de la comunicación y de presentar los reportes en las mañaneras que validan que «55% de las columnas atacan al presidente». Dejemos de lado que una columna es un género de opinión, y que en una democracia madura y funcional, 80% de las columnas deben dedicarse a analizar y criticar la acción del gobierno, que para eso son «el Cuarto Poder»: el que supervisa la adecuada acción de los otros tres, sin más autoridad que la moral y de ser la voz del pueblo: si un medio es propagandista, nadie lo lee. Y si hace críticas sin fundamento, tampoco. De allí su fuerza: en la credibilidad y el balance radica su fuerza. Click sobre la imagen para agrandar.