A tu balcón sus nidos a colgar – Calderón

Dice el refrán «una golondrina no hace verano», implicando que un hecho, sea bueno o malo, no marca tendencia por sí mismo. Pero si se acomulan varios, cuidado. El presidente López Obrador hizo de la lucha contra la corrupción el eje de su campaña y de su gobierno. Pero cuándo uno ve que en su entorno inmediato hay tantos corruptos… y los que no lo son, lo parecen, hay dos sopas: o es el más cínico o el más ingenuo individuo: o no se da cuenta o no le importa. Y lo grave es que, ahora que se vio el robadero en el «Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado», se indignó más con que se haya hecho público el hecho que en todas las corruptelas  Y bastó que aparecieran los videos de su hermano Pío López Obrador recibiendo «aportes» para la causa, para que desapareciera el caso Lozoya de la opinión pública. Así que lo más triste será ver que, al final del sexenio de la «honestidad valiente» y de los «ineptos pero leales», veremos que la corrupción está peor que nunca y los problemas sociales también… precisamente por preocuparse más por su posición en la historia que en resolver los problemas del presente. Cartón de Paco Calderón. Click sobre la imagen para agrandar. (Y para los que no lo conozcan, acá va el poema «volverán las oscuras golondrinas» de Gustavo Adolfo Bécquer):

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres….
ésas… ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día….
ésas… ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…, desengáñate,
así… ¡no te querrán!