De ese tamaño su miedo: desde el fin de semana, impideiron que el plantón del FRENAAA llegara al Zócalo. Fue necesaria una orden judicial para permitir que eso ocurriera… ¿Y todo, para qué? Para que las carpas vacías ocuparan menos de un cuarto de la plaza y se mostrara la verdadera dimensión de un movimiento que tiene más cobertura mediática que militantes. Sí, se puede estar en desacuerdo con el presidente y manifestarlo; pero pedir su remoción por vías no democráticas es un exceso. Y más si lo piden unos cuantos, con argumentos variopintos y sin ninguno coherente. Tener programas sociales no nos hace comunistas como Cuba o Venezuela; y acá no se persigue a la inversión privada: se le espanta con errores básicos, pero no se ha llegado a estatizar ni una empresa aún. Así que hay niveles… como el nivel del gabinete, que deja que su jefe se equivoque una tras otra, pero lo deja ser el único vocero gubernamental -eso si, todas las mañanas- y lo deja cargar todo el precio de sus errores. Y Tirios y Troyanos, nada más viéndose el ombligo y no mirando al país y al futuro. Alarcón en El Heraldo.