Segundo aniversario – Rictus

Lo dicho: no todo es culpa de la «4T»: la pandemia de coronavirus con su secuela de crisis económica es global; la corrupción y los muertos ya estaban allí desde antes del triunfo de AMLO -y su propuesta de acabar con ello despertó muchas simpatías; tantas, que hasta ganó la elección-. Lo que si es que el mal manejo de la enfermedad ya nos tiene en el sexto lugar de muertos; la caída de una economía que ya venía en recesión llegó a 22% en abril; los muertos por la violencia se agudizan cuando el presidente pide a los malosos «que se porten bien», incluso después de un atentado masivo contra el Secretario de Seguridad Pública capitalina… Lo dicho: pensar que todos los problemas nacionales eran un tema de «voluntad política» y que bastaban las ganas para resolverlos era de un simplismo abrumador, y hoy pagamos las consecuencias. Pero agárrense porque nos falta, al menos, poco más de año y medio (si acaso perdiera en la revocación del mandato) o cuatro años si acaba su sexenio… Por eso, ante el cartón de Rictus en El Financiero, nos queda hacer como cantan los mariachis: ¡Festejemos, señores, con gusto…!