Pues sí: Hace tres años, la cantante Belinda salió en Twitter a apoyar las campañas del Partido Verde. Entonces, las huestes de Morena dijeron de ella que era: «mocosa superficial, hecha en Televisa, tuitea por encargo, usó ilegalmente helicópteros del gobierno de Michoacán», entre otras cosas. Pero ahora que su novio es candidato de Morena y salió a anunciar -también en Twitter- que apoya a AMLO; el candidato agradeció el apoyo. Pero sus huestes se pasaron. Ahora dicen de ella que es: «gran luchadora social, el arte del Siglo XXI en México no se entiende sin sus aportes, talentosa y brillante»… etc. etc. Ya hasta la proponían como Subsecretaria de Cultura. Bueno, a ver si después de que besa sapitos (bueno, Pejelagartos), aquel se vuelve príncipe;.Y veremos si sus cinco millones de jóvenes seguidores hacen lo mismo y votan por ya-sabes-quién. Y que quede claro: tiene libertad de decir a quién apoya y qué bueno que lo hace público; no criticamos su decisión. Lo curioso aquí es cómo, una vez que uno se suma al «Movimiento», pasa de ser «de lo peor» a alguien «excelso». Esa es la crítica sobre este tema. Así no se puede…
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