
El presidente no lo quiere. Morena no lo quiere. Tiene dificultades siquiera para que lo inviten a los mítines «de unidad». Y ya dijo que si van por encuestas, él no juega. Por otro lado, la oposición considera invitarlo. Y aunque hay quien dice que está acumulando fuerza para que, al menos, lo hagan jefe de gobierno, lo más probable es que romperá con Morena e irá con Monreal. Nerilicón en El Economista.