
Está en medio de la nada. No hay vías de comunicación. No tiene ni bancos, ni tiendas ni nada. Por todo eso, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles no tiene posibilidad de ser atractivo en el corto plazo. ¿La solución del gobierno de la cuarta transformación? Robarse los vuelos. Hacer que el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (el de la Ciudad de Mexico, AICM según el cartón de Nerilicón en El Economista) le entregue al menos 10% de los vuelos «a fuerzas» al AIFA a la brevedad, y más en la medida de lo posible. Porque si no es a fuerzas, robando vuelos, no hay manera…