
Magú en La Jornada pone el dedo en la herida: ningún fondo para desastres hubiera bastado para atender los desastres que el cambio climático impondrá a nuestro país… así que hizo bien en desaparecer el FONDEN, lo que deja claramente señalado que es un auténtico visionario que hace lo correcto en previsión de lo imposible. Porque asumir lo contrario (que no tiene una visión sistémica ni que sus acciones tienen consecuencias) sería terrible y desafortunado. ¿O no?