
¿A quién le creemos? ¿Al presidente que dice que todo está bajo control y que volveremos a las clases presenciales en agosto porque «no importa la tercera ola»? ¿O a su Gato-el (Hugo López-Gatell) quien dice que «ya domamos la pandemia»? ¿O a los datos que nos revelan 12,116 contagios en 24 horas, un crecimiento de 400%, y que afecta más a niños y jóvenes en forma de una diarrea -que puede confundirse con apendicitis- y a personas que ya tienen al menos una vacuna, pero que se debilitaron en vez de fortalecerse, porque ni se resguardaron tres días y dejaron de tener las precauciones mínimas? Como sea, está complicado lo que se nos viene. Es lo malo de tener Dos Bocas. Y eso que de la Refinería aún no hablamos. Sergio Villafuerte en Milenio.