¡Vaya oso se aventó Mario Delgado! Fue a Tamaulipas a un evento de campaña, y simpatizantes de los candidatos locales que fueron desplazados por candidatos mandados del centro, «reventaron» el evento y organizaron un zafarrancho: le quitaron el micrófono al candidato impuesto y obligaron a que el evento se acabara antes. Se fue Delgado con el rabo entre las patas, y más tarde grabó un video en que dijo que fue una víctima de la violencia, porque supuestamente una camioneta «con armas largas» se le emparejó y los amenazó. Pero para su mala pata, un grupo de policías estatales lo iba siguiendo «de incógnito», y mostraron que la camioneta que se le emparejó no llevaba armas, que el presunto atacante iba de espaldas y que solo le gritaron protestando por el desplazamiento de la candidata local. Total, fue un mal montaje para ganar simpatías y que acabó volteándose. Pero la violencia electoral, el crimen organizado y las muertes en la línea 12 no le han merecido mayor comentario. ¡Vaya víctimas que ni son atacados ni son empáticos con quienes si mueren por sus errores! Nerilicón en El Economista.