
Sin duda, dos luchas marcarán el año que inicia, el 2021: la lucha entre las vacunas y el COVID-19, y la elección intermedia en que se enfrentarán el Prinosaurio de «Va Por México» e integrado por el PRI, el PAN y el PRD y la Alianza MORENA, con Morena, el PT, el PV y, en dónde se puede, con el PES (Encuentro Social) en estados donde conservó su registro. El PES 2.0 (Encuentro Solidario), Fuerza Social por México y Redes Sociales Progresistas no pueden ir en alianza en su primera elección, pero claramente se alinearán en el bloque gubernamental. Sólo Movimiento Ciudadano está apostando a ir solo, ganar más de 10% del voto y ser el «partido bisagra» que pueda construir mayorías a favor de sus iniciativas. ¿Quién será el monstruo vencedor de este magno encuentro? Les damos un spoiler: «Solo el pueblo puede ganarle al pueblo» decía un spot de Morena. En la mitad de las candidaturas a gobernadores, los «no ganadores» de las encuestas (empezando por el hermano de Irma Eréndira, Secretaria de la Función Pública, Pablo Sandoval en Guerrero) ya dijeron que se opondrán, impugnarán y hasta sabotearán las campañas de los «candidatos impuestos». Pues esperemos: si Morena y aliados van divididos, con todo y el gobierno federal y los programas sociales, pueden perder más de la mitad de las gubernaturas y la mayoría en la Cámara de Diputados. Y no porque los otros sean mejores: porque la división interna es el peor enemigo de un partido o un movimiento político, y más si el ascendente moral del presidente no se traduce en hechos concretos. Y lo que sí: como buena pelea de monstruos, las ciudades donde ocurra serán las grandes perdedoras: por ejemplo, estamos a 4 de enero y ya optamos por apagar el radio del auto cada que sale un spot político. O sea que ya traemos CDs y plataforma musical desde el celular casi todo el tiempo. No queremos oír millones de spots. Rictus en El Financiero.