Triste ver que el narcotráfico y el crimen organizado, que ya controlaban el 40 % del territorio nacional, según EE.UU., se sigue expandiendo: ahora fue en Querétaro, estado que solía ser bastante tranquilo, en dónde ocurrió un atentado masivo en un bar que se negó a pagar derecho de piso (o en el que estaba un líder del crimen organizado, según otras versiones) y acabó con al menos diez personas muertas. Causó un nivel de alarma y preocupación en el gobierno central que no se ha visto en otros estados con problemas más graves… pero con gobiernos morenistas. Porque nada sieve mejor a la narrativa presidencial que decir que “pero en Querétaro mataron más”. Magú en La Jornada.