Que la Suprema Corte de Justicia abrió una investigación interna contra su expresidente, el ministro Arturo Zaldívar, hoy prominente asesor de Claudia Sheinbaum. Se quejan de que ni en 24 horas atendieron un anónimo sin pruebas para acusarlo de enriquecimiento ilícito, vulneración de autonomía e independencia de jueces, extorsión y amenazas. Pero según algunas fuentes, la investigación lleva desde hace un año y se reforzó cuándo renunció a su cargo; hay evidencias como una cuenta de banco a su nombre con millonarios depósitos y otras 267 denuncias en su contra que estaban… detenidas. Ahora sí que el exministro va a estar empiñado… perdón, empinado en el tema. Le va a llover no por ser simpatizante de Sheinbaum, sino por haber sido uno más de los jueces corruptos y manipuladores que tanto denuncian en Palacio Nacional. Pero dicen que es porque su propuesta de elegir a los jueces mediante elecciones «va a acabar con la corrupción en el Poder Judicial y se están defendiendo». Nada, qué. Lo cacharon. Chavo del Toro en El Economista.