
Tiene sentido el cartón de Paco Calderón: las quejas y el rechazo a la candidatura de Claudia Sheinbaum no ocurren por ser mujer, judía, atea o de izquierda. Incluso tampoco por ser marxista. Ocurren más bien porque sería una manera de que Ya-Saben-Quién siga mandando. Y más bien ocurren por sus errores en la conducción de la capital, marcadamente el deterioro del Paseo de la Reforma, el abandono de los zoológicos, el incidente del Colegio Rébsamen, las fallas en el metro, la caída de la línea 12 del metro, entre otras cosas. Y sí, con esos antecedentes no sorprende que su posible candidatura presidencial salga mal evaluada… principalmente en la Ciudad de México que “gobierna”. Clic sobre la imagen para agrandar.