«Villano, me has puesto en la faz la mano» se llama el cartón de Paco Calderón de este domingo… Y, por supuesto, se refiere a la sinrazón de Claudia Sheinbaum de cambiar la estatua de Colón por Tlalli, una supuesta cabeza de mujer olmeca… que más parece alienígena que indígena. Y lo hace con tal de quedar bien con la esposa de López Obrador (la que ha dicho que es no-primera dama) y su marido. La estatua de Cristóbal Colón fue puesta allí desde 1877, por iniciativa de Porfirio Díaz, para empezar a generar la Avenida Paseo de la Reforma sobre lo que era el Paseo de la Emperatriz, marcando simbólicamente la victoria de los liberales sobre los conservadores. La idea es que hubiera allí monumentos sobre los reyes aztecas -los Indios Verdes-, el Descubrimiento (Colón), la Conquista (Cuauhtémoc), la Colonia (no se hizo; debería estar en la Glorieta de la Palma y representar a Sor Juana Inés de la Cruz), la Independencia (el Ángel), la Reforma (Juárez, que debería estar en dónde está la Diana, pero mejor se le hizo el Hemiciclo en la Alameda) y culminar en el Castillo de Chapultepec, dónde vivía Porfirio Díaz como Presidente, para que la avenida fuera entonces un repaso de la historia patria. La Regenta (debería ser Jefa de Gobierno, pero como subalterna del presidente que todo le obedece no merece ser llamada así, sino como los viejos «Regentes del Departamento del Distrito Federal», nombrados y supervisados por el Presidente) apoya la «reescritura de la historia» que pretende cambiar todo para que la Cuarta Transformación sea un nuevo renacimiento del país, en vez de un mero gobierno mediocre y fallido como lo que en realidad es… pero que cree que creando símbolos efímeros -como el Templo Mayor de triplay en el Zócalo- va a cambiar todo. Absurdos. Y sí: parte de los creadores de la identidad nacional son olvidados y abandonados, tal como Iturbide y Cortés, o como los «villanos»: el emperador Maximiliano -que creó el festejo del Grito de Independencia-, Santa Anna -por quien tenemos el himno nacional- o el propio Díaz, que nos dio el Ángel de la Independencia, el monumento más reconocido del país, como lo son la Estatua de la Libertad para Nueva York, el Big Ben para Londres o la Torre Eiffel para París, y la visión del Paseo de la Reforma como símbolo de la historia nacional; o la introducción del Ferrocarril, la creación de la Educación Pública Universal (la SEP) y la Universidad Nacional Autónoma de México en su etapa actual, realizada por el mismo Díaz para el centenario de la Independencia. Porque con errores y aciertos, también los villanos tienen cosas buenas, como los héroes tienen defectos: todos somos humanos. (Para saber más de la historia simbólica del Paseo de la Reforma, recomendamos leer este libro). Y detalle nerd: La Alienígena Claudia está marcando las cinco notas que, en la película Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, nos permiten hacer contacto con los extraterrestres, que es lo que parece la cabeza de mujer olmeca que quiere poner en Reforma. Geniales los detalles de Calderón. Click sobre la imagen para agrandar.