¡Vaya dilema tiene el presidente! ¿Salvará en el caso de la Línea 12 a su preferida y consentida Claudia Sheinbaum, o al eficaz y eficiente Marcelo Ebrard, que lo dejó ser candidato presidencial en 2012 a pesar de haberle ganado las encuestas internas? Porque nos queda claro que las víctimas le importan menos que él mismo, y la continuidad de su proyecto político es su más alta aspiración una vez que ya alcanzó la presidencia. ¡Qué dilema! ¿A quién le brindará su mayor auxilio? Veremos si prefiere la lealtad o la capacidad, porque ambos están muy comprometidos en el mayor problema que enfrenta la 4T… a un mes de las elecciones. No les va a ir bien… Horax en Milenio.