
Veamos… Manuel Bartlett impulsó una «contrarreforma eléctrica» para obligar a que el Estado le compre primero a CFE toda la energía que produzca -así sea cara y sucia- y luego a los particulares, aunque vendan energía limpia y barata. Pero está tan mal hecha, que en cosa de un par de días empezaron a llegar los amparos. Sucede que el presidente López Obrador salió a brincar y decir que «hay que investigar a ese juez». En una carta al presidente de la Suprema Corte AMLO dijo: «En fin, señor presidente de la Corte, sería lamentable que, después de todo el daño que la oligarquía ha causado al país, sigamos permitiendo el abuso y la prepotencia bajo la excusa del Estado de Derecho, pues, en honor a la verdad, quienes hoy invocan ese principio para preservar sus intereses han sido y quieren seguir siendo los violadores más tenaces de la Constitución y de las leyes de la República». Diríamos «pues hagan las cosas bien conforme a derecho». Porque hacerlas mal y querer imponerlas es exactamente lo opuesto al Estado de Derecho. Nerilicón en El Economista.