Pues si… Se acabó la consulta y se decidió que Santa Lucía es opción y Texcoco no. Ahora, los estudios serios para habilitar Santa Lucía tomarán de 3 a 5 años, más 2 años para hacer la obra. Por lo que en lugar de estar inaugurando el aeropuerto en 2020, para ese año nos estarán diciendo si es viable o no hacer allí un aeropuerto… que inaugurará el próximo presidente. Es decir, al menos perderemos otro sexenio -o tendremos un aeropuerto como Toluca: subutilizado e inútil, porque no podrán usarlo líneas globales o vuelos internacionales-. En fin, que la consultitis llegó para quedarse con la finalidad de diluir todo costo a las decisiones presidenciales y «mandar al diablo a las instituciones formales». Veamos de qué tamaño resulta el coletazo de crisis económica de esta decisión. Y listos para decidir si quieren atole de fresa o de arroz, que ya no hay… Garcí en El Financiero.