La operación «Rápido y Furioso» introdujo ilegalmente a México 2000 armas de alto poder desde Estados Unidos, a fin de que las autoridades de aquel país pudieran seguir la ruta de distribución de armas en México. Curiosamente, algunas de ellas reaparecieron en Estados Unidos, lo que expuso esta operación. La cancillería mexicana respondió a esta violación de la soberanía con un moderado «vamos a pedir información». Como si pudiera violarse la ley «un poquito» para encontrar a quienes la violan mucho. Respuesta Adecuada, cartón de Rafael Barajas «El Fisgón», en La Jornada.